El 7 de abril de 2025, Perú celebró el Día Mundial de la Salud con un enfoque especial en la salud materna y neonatal, un tema de gran relevancia para el bienestar de las familias y el futuro del país. La conmemoración de este día, bajo el lema «Comienzos saludables, futuros esperanzadores», resaltó la importancia de fortalecer las acciones e inversiones para prevenir las muertes maternas y neonatales evitables, así como para mejorar la calidad de vida de las mujeres y los recién nacidos.
El encuentro congregó a funcionarios gubernamentales, dirigentes del Ministerio de Salud, entidades de salud pública y organizaciones internacionales, quienes resaltaron el compromiso de Perú para disminuir la mortalidad materna e infantil, especialmente en las áreas más vulnerables del país. En la ceremonia, se discutieron los logros obtenidos en los años recientes, así como los retos aún por superar que demandan una acción conjunta y multisectorial.
Texto: Un aspecto central de la reunión fue la puesta en marcha de un plan de celeridad que aspira a disminuir las muertes maternas en la zona, enfocándose especialmente en robustecer la administración en salud y la organización de los servicios de salud materna. Este plan abarca la ampliación y perfeccionamiento del Primer Nivel de Atención, principalmente en regiones con alta prevalencia de decesos prevenibles, lo cual es crucial para asegurar un acceso eficiente y de calidad a la atención sanitaria.
La optimización de la calidad en la atención es un factor vital para asegurar el bienestar tanto materno como neonatal. Esto demanda garantizar la presencia de profesionales calificados y recursos apropiados para ofrecer un cuidado completo, que incluya no solo el momento del parto, sino también la atención previa y posterior al nacimiento. Asimismo, se subrayó la importancia de fortalecer a las mujeres, familias y comunidades, proporcionándoles conocimientos y recursos para tomar decisiones informadas sobre su salud y sus derechos sexuales y reproductivos.
Dentro de esta estrategia, se le dio especial importancia al fortalecimiento de las Redes Integradas de Servicios de Salud (RIS), un modelo de atención integral que busca mejorar la coordinación entre los diferentes niveles de atención. Estas redes no solo tienen como objetivo mejorar la calidad de la atención, sino también garantizar que los servicios sean accesibles para todas las mujeres, independientemente de su ubicación geográfica o situación económica.
La acción también trató el efecto de las leyes públicas en el bienestar de las madres y niños, destacando que la prevención y el acceso a servicios de salud de alto nivel deben ser una prioridad en la agenda del gobierno. Esto implica iniciativas de promoción de la salud, prevención de enfermedades y el desarrollo de programas que impulsen la educación sobre los derechos reproductivos y el control familiar.
Este Día Mundial de la Salud no solo fue una oportunidad para reflexionar sobre los logros alcanzados, sino también para renovar el compromiso con las políticas de salud pública que priorizan la salud materna y neonatal. Con un enfoque integral y un fuerte trabajo conjunto entre el gobierno, las organizaciones internacionales y la sociedad civil, Perú continúa avanzando en la construcción de un sistema de salud más justo y accesible para todos.
El evento también sirvió como un recordatorio de la necesidad de seguir invirtiendo en el bienestar de las madres y los recién nacidos, ya que la salud materna y neonatal es un reflejo del desarrollo de una nación y de la equidad en el acceso a servicios básicos de salud. Con estas acciones, se busca que cada vez más mujeres puedan acceder a una atención de calidad, lo que resultará en mejores perspectivas para las futuras generaciones.