Shakira iluminó la noche de Río de Janeiro al comenzar su tan esperada gira mundial, ‘Las mujeres ya no lloran’, en un show impresionante que convocó a 60.000 fanáticos en el estadio Nilton Santos. La artista colombiana, famosa por su vitalidad inagotable y su cercanía con el público, presentó un espectáculo repleto de emoción, mensajes de empoderamiento y una puesta en escena asombrosa.
Desde el inicio, la cantante dejó evidente que esta gira supondrá un hito en su trayectoria. Antes de subir al escenario, un enorme avatar suyo capturó la atención de los asistentes, creando una expectativa especial. No obstante, algunos inconvenientes técnicos demoraron su aparición por unos minutos. «Es un placer estar de nuevo aquí con ustedes. Tengo pequeños problemas, no escucho bien», comentó al público mientras se ajustaban sus auriculares. Con la naturalidad que la caracteriza, añadió en inglés: «It’s the first show, it happens» (Es el primer show, puede suceder).
Una vez resuelto el problema, el concierto comenzó con energía. ‘La fuerte’ fue la primera canción que animó al público, seguida por ‘A girl like me’ en una versión de baile intenso. Pronto llegó el clásico ‘Estoy aquí’, que llevó a los asistentes a los primeros días de la cantante y dio paso a una lista de éxitos inolvidables.
A lo largo de la noche, la cantante rememoró sus comienzos en Brasil, un país que jugó un papel esencial en su ascenso a la fama global. «Es un sueño para mí regresar después de siete años e inaugurar mi gira en este país que me ha recibido desde que era joven», expresó con emoción.
Durante la velada, la artista recordó sus inicios en Brasil, país que desempeñó un papel clave en su camino hacia la fama internacional. «Es un sueño para mí volver después de siete años y abrir mi gira en este país que me ha acogido desde que era una niña», expresó con emoción.
El empoderamiento femenino fue una constante en su discurso sobre el escenario. «He pasado momentos difíciles en los últimos años, pero las mujeres renacemos de las caídas más sabias, más resistentes, más fuertes. Si queremos llorar, lloramos. Pero si no, salimos victoriosas», afirmó con firmeza antes de presentar una canción con algunas alteraciones en la letra. Su comentario generó una reacción inmediata del público, que comenzó a cantar espontáneamente una consigna relacionada con su expareja.
El empoderamiento femenino fue un tema recurrente en su discurso desde el escenario. «He sufrido en los últimos años, pero las mujeres volvemos de las caídas más sabias, más duras, más fuertes. Si queremos llorar, lloramos. Pero si no, ganamos», afirmó con determinación antes de introducir una canción con cambios en la letra. Su comentario provocó una reacción instantánea del público, que coreó espontáneamente una consigna en referencia a su expareja.
Otro punto álgido de la noche fue el momento íntimo protagonizado por sus hijos, Milan y Sasha, quienes aparecieron en pantalla mientras ella interpretaba ‘Acróstico’ al piano. La emoción dio paso a la energía con temas como ‘Copa vacía’ y ‘La bicicleta’, que pusieron a bailar a todos los presentes.
El show prosiguió con una serie de éxitos, tales como ‘Como, dónde y cuándo’, ‘Última’, y una formidable versión de ‘Ojos así’ con un avatar suyo que protagonizaba un espectáculo de luces en tonos rojos. Además, dedicó un guiño al público brasileño al interpretar ‘Mamá África’, de Chico César, seguido de una versión acústica de ‘Antología’.
El final de la noche fue impresionante. Canciones emblemáticas como ‘Whenever’, ‘Waka Waka’ y ‘She Wolf’ allanaron el camino para el clímax del concierto: ‘BZRP Music Sessions #53’. Con una energía arrolladora, Shakira dejó claro su mensaje: «Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan», mientras el estadio cantaba al unísono con ella.
El cierre de la noche fue apoteósico. Temas icónicos como ‘Whenever’, ‘Waka Waka’ y ‘She Wolf’ prepararon el terreno para la cumbre del concierto: ‘BZRP Music Sessions #53’. Con una energía desbordante, Shakira dejó claro su mensaje: «Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan», mientras el estadio coreaba con ella.
Con este arranque electrizante, la gira promete convertirse en uno de los eventos más memorables del año, consolidando aún más la posición de la artista como un ícono global de la música y el empoderamiento femenino.