Triplicar la potencia mundial de energías renovables (fundamentalmente solar y eólica y, en menor medida, hidráulica) de aquí a 2030 se ha convertido en uno de los principales mantras de las citas internacionales en las que se abordan las políticas climáticas. En la última reunión del G20, celebrada en la India hace tres semanas, los países más poderosos del planeta se comprometieron a caminar hacia esa meta, que supondría pasar de los más de 3.500 gigawatios (GW) instalados actuales a unos 11.000 GW a finales de esta década. Multiplicar por tres las energías limpias forma parte de la hoja de ruta para poder mantener vivo el objetivo de limitar a 1,5 grados el calentamiento global respecto a los niveles preindustriales, como establece el Acuerdo de París.
Treinta y cinco países se han reunido este lunes en Madrid en una minicumbre sobre energía y clima en las que se ha hablado también de este objetivo. Lo que se persigue ahora es que todas las naciones asuman esta meta de multiplicar por tres las renovables en la próxima cumbre del clima que se celebrará a finales de año en Dubái, la COP28.
La cita de Madrid ha sido organizada por el Gobierno de España, que ostenta este semestre la presidencia de la UE, y por la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Y, según el documento de conclusiones que ambos han difundido tras la cita, multiplicar por tres la instalación de renovables de aquí a 2030 está en el frontispicio de lo que esperan de la COP28 los países participantes en esta minicumbre de Madrid. La mayoría de ellos han sido países europeos, aunque también han asistido representantes de EE UU, Brasil, Kenia, Argentina, Chile y Costa Rica. En cualquier caso, el perfil no ha sido muy alto: solo han asistido una quincena de ministros y, entre ellos, no figuraban los de Francia, Alemania, Estados Unidos o Brasil, por ejemplo.
Además de la apuesta por las renovables, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, ha detallado que otro de los consensos que han encontrado entre los países participantes hace referencia a la necesidad de duplicar la eficiencia energética mundial. Ambas medidas figuran en un informe especial publicado la semana pasada por la Agencia Internacional de la Energía que ofrece una hoja de ruta para mantener vivo el objetivo de no superar los 1,5 grados de calentamiento. El planeta está ya en un nivel de calentamiento de unos 1,1 grados y cada año que pasa sin que se reduzcan de forma drástica las emisiones de gases de efecto invernadero se aleja más ese objetivo del 1,5, que es el umbral de seguridad que se ha fijado desde la ciencia. “No estamos alineados con las metas del Acuerdo de París”, ha advertido Ribera. De hecho, lo planes climáticos actuales de los países llevarán a un incremento de la temperatura de más de 2,5 grados,
En la apertura del encuentro, el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, ha recalcado también la necesidad de que se triplique la implantación de las renovables durante esta década. En la misma línea, el presidente de la COP28, el sultán Ahmed Al Jaber, ha advertido que el mundo no está encaminado hacia el cumplimiento de la meta de los 1,5 grados, y ha pedido a todos los países que asuman en la cumbre de Emiratos Árabes Unidos el objetivo de triplicar las renovables hasta alcanzar las 11.000 GW de potencia instalada en 2030.
Al Jaber no ha asistido a la reunión celebrada en Madrid, pero ha enviado un vídeo para la apertura de este encuentro. Ha anunciado en su discurso que más de 20 empresas petroleras y gasistas se han comprometido ya a asumir como propios los objetivos descarbonización que salgan de la cumbre de Dubái, que se celebrará entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre.
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También a través de un vídeo ha participado en la inauguración de este encuentro el secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha pedido precisamente que las compañías petroleras presenten verdaderos planes de descarbonización. En los últimos años, Guterres ha cargado en varias ocasiones contra el lavado verde de imagen (greenwhasing) que practican muchas compañías, especialmente de combustibles fósiles. El secretario general de la ONU presentó hace un año un documento, elaborado por un grupo de expertos, en el que se fijaban varias reglas para evitar el ecopostureo. Y se dejaba claro que ninguna empresa puede considerarse verde si sigue apostando por nuevas explotaciones de petróleo y el gas como modelo de negocio.
El miedo al greenwhasing gana todavía más peso al celebrarse la cumbre en Emiratos Árabes Unidos, una país cuya economía se cimienta en los combustibles fósiles. De hecho, el sultán Al Jaber, además de presidir la COP28 es a la vez el consejero delegado de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi (Adnoc). Entre los activistas climáticos y los países más ambiciosos existe el temor de que en la cumbre de este año se intente evitar cualquier mención a la necesidad de abandonar el petróleo y el gas para poder cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
En el documento de conclusiones de la reunión de Madrid elaborado por la AIE y el Gobierno español se apunta a la necesidad de “la eliminación gradual de los combustibles fósiles”, incluido el fin de los nuevos permisos para centrales de carbón. Ribera, sin embargo, ha reconocido que no ha existido un consenso sobre hacer un llamamiento para el fin de cualquier nueva explotación de gas, petróleo y carbón para estar alineados con la meta de los 1,5 grados.
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