Fatih Birol (Ankara, 65 años) se convirtió en el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), un organismo vinculado a la OCDE, en septiembre de 2015, mes y medio antes de que se firmara el Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático. Limpiar de gases de efecto invernadero el sector energético —lo que supone descarbonizar desde la generación de electricidad al transporte y la industria— es el único camino para mantener el calentamiento dentro de los límites de seguridad. El Acuerdo de París establece que ese umbral está en lograr que el calentamiento global (que ya está en 1,1 grados Celsius respecto a los niveles preindustriales) se quede por debajo de los 2 grados y, en la medida de lo posible, de los 1,5. Desde 2015, el discurso de la AIE se ha ido endureciendo en favor de las renovables y en detrimento de los combustibles fósiles, los principales responsables de la crisis climática. Birol ha participado esta semana en Madrid en un encuentro internacional sobre energía y clima organizado por la AIE y el Gobierno español. Recibe a EL PAÍS tras cerrarse esta reunión, en la que se ha puesto el foco en la necesidad de triplicar la potencia renovable mundial para 2030.
Pregunta. ¿Es posible triplicar la energía renovable para 2030?
Respuesta. Por supuesto. Lo que estamos viendo es que la energía solar y eólica ya están dominando el juego. Este año, de todas las centrales eléctricas construidas en el mundo, más del 80% son de energías renovables. Y ese dato no viene solo de Europa, viene también de China, India, América Latina, Estados Unidos… Es un gran movimiento. Por lo tanto, es factible triplicar la capacidad renovable en los próximos siete años.
P. Pero el problema está en los países emergentes, donde no terminan de despegar las renovables a la misma velocidad.
R. Así es. Porque el coste del capital en esos países emergentes es más alto que en Europa. La razón es que muchos inversores todavía ven algún riesgo para su inversión allí debido a cuestiones relacionadas con el Estado de derecho, sobre si pueden o no recuperar sus inversiones… Pero este problema ya se va a abordar con las reformas de los bancos multilaterales de desarrollo, como el Banco Mundial, el FMI y los bancos regionales. Estas reformas van a proporcionar financiación para reducir el riesgo de las inversiones. Hay un enorme potencial, por ejemplo, en África. El 40% del potencial de radiación para energía solar global se encuentra en África, pero la cantidad de energía solar generada hoy en este continente es la mitad de la producida en Países Bajos. Hay una gran brecha ahí, pero la energía solar crecerá mucho.
P. ¿Es posible alcanzar el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 grados sin eliminar el uso de petróleo, gas y carbón?
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R. Creo que no podemos alcanzar el objetivo de 1,5 grados con el consumo actual de petróleo, carbón y gas. En 2050, podrá haber algo de petróleo todavía, podrá haber algo de gas, pero debería ser un consumo mucho menor de lo que tenemos hoy. Por ejemplo, hoy consumimos 100 millones de barriles de petróleo al día y el consumo debe caer a alrededor de 24 millones de barriles por día en 2050. El consumo de gas también debe disminuir. No podemos mantener el consumo de petróleo, gas y carbón en los niveles actuales y alcanzar a la vez el objetivo de los 1,5. Tenemos que elegir qué queremos hacer.
P. ¿La captura y el almacenaje de las emisiones de dióxido de carbono es la solución para el sector de los combustibles fósiles?
R. Podemos usar la captura y el almacenamiento de carbono de alguna manera en los combustibles fósiles, pero no es el gran cambio de las reglas de juego. Si queremos un cambio de las reglas de juego, tenemos que reducir el uso del petróleo, el gas y el carbón. En algunos casos podemos usar la captura y el almacenamiento de carbono, pero no es la panacea para cambiar el mundo.
P. ¿El gran cambio es que no haya nuevas exploraciones de petróleo y gas?
R. Si queremos alcanzar el objetivo de los 1,5 grados, que se establece en el Acuerdo de París y que nos fijan los científicos, tenemos que reducir el consumo de petróleo y gas. Si el consumo de petróleo y gas disminuye, no necesitamos nuevas exploraciones en el mundo. Incluso si no nos encaminamos al objetivo de los 1,5 grados, incluso si no se ponen en marcha nuevas políticas para impulsar la agenda climática, solo con el crecimiento actual de los automóviles eléctricos y las energías solar y eólica veremos que el consumo mundial de petróleo, gas y carbón alcanzará su punto máximo antes de 2030. Luego disminuirá lentamente, aunque no será la gran disminución necesaria para ir hacia la meta de los 1,5 grados. Esto significa que incluso en ausencia de nuevas políticas climáticas, invertir en nuevas exploraciones de petróleo y gas puede ser un negocio arriesgado; arriesgado para el cambio climático y arriesgado para los inversores si quieren obtener un rendimiento porque la demanda no será alta.
P. La energía renovable está creciendo en el mundo, pero las emisiones del sector energético no están disminuyendo. ¿Por qué? ¿Dónde está el problema?
R. Todavía estamos viendo ahora el impacto del rebote tras la crisis de la covid. Pero en unos pocos años veremos que el impacto de ese rebote terminará. Vamos a ver que las emisiones comenzarán a disminuir tras alcanzar su punto máximo. Esperamos que esto suceda alrededor de 2025.
P. ¿Y luego lo que vendrá es una meseta?
R. Dependerá de las políticas de los gobiernos. Con las políticas actuales, será más o menos una meseta. Pero si los gobiernos ponen en marcha políticas fuertes de eficiencia, de energías renovables y reducen los combustibles fósiles, entonces podemos ver una disminución de las emisiones. Pero, incluso sin nuevas políticas, veremos que en 2025 se alcanzará una meseta. ¿Este es el mejor escenario? Esa situación, sin políticas nuevas, nos llevará a una trayectoria de calentamiento de 2,4 grados, lo que significa más fenómenos meteorológicos extremos e impactos climáticos.
P. La fecha límite que también da el IPCC para alcanzar el pico de emisiones es 2025. Pero luego se necesita que caigan a la mitad las emisiones en 2030 para cumplir la meta del 1,5. ¿Es esto posible? ¿Cree que es realista ese escenario?
R. Es una posibilidad limitada, pero todavía tenemos una oportunidad. Tenemos una gran oportunidad de hacerlo, pero si no impulsamos políticas de energía limpia como los automóviles eléctricos, las renovables o la eficiencia, es posible que veamos que perderemos esta posibilidad. Si impulsamos esas políticas podemos ver una disminución, pero reducir a la mitad las emisiones es un gran trabajo. Aunque tenemos todas las políticas y las tecnologías actualmente: tenemos la energía solar, tenemos el viento, tenemos la eficiencia, tenemos el hidrógeno, los coches eléctricos… Si lo hacemos o no, si los gobiernos lo impulsarán o no, es la pregunta. Para mí, el mayor desafío que tenemos ahora es la falta de colaboración internacional y las tensiones geopolíticas entre los países. Si este problema no existiera, si no hubiera tensiones geopolíticas entre los países, sería mucho más fácil. Pero esta fragmentación geopolítica entre los países lo está haciendo mucho más difícil.
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