Muere a los 31 años ‘Bobi’, el perro más longevo del mundo, acreditado por el Récord Guinness | Clima y Medio Ambiente

Muere a los 31 años ‘Bobi’, el perro más longevo del mundo, acreditado por el Récord Guinness | Clima y Medio Ambiente

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Bobi, el perro más viejo del mundo, ha muerto a los 31 años de edad en su casa de Conqueiros, una pequeña población cercana a la costa portuguesa. Así lo ha confirmado este lunes el Récord Guinness, la autoridad mundial en el reconocimiento de logros, que ya le había distinguido por su longevidad en febrero. Desde entonces, cientos de personas han visitado al can. La veterinaria Karen Becker ha querido homenajearle públicamente en la red social Facebook: “A pesar de haber sobrevivido a todos los perros de la historia, sus 11.478 días en la tierra nunca serían suficientes para quienes lo amaban”.

Leonel Costa, su dueño, solo tenía ocho años cuando conoció a Bobi. “Por desgracia, en aquella época era considerado normal por las personas mayores que no podían tener más animales en casa […] enterrar a los animales en un agujero para que no sobrevivieran”, recoge así la web de Guinness su testimonio. Al día siguiente de nacer Bobi, los padres de Costa entraron en la habitación y se llevaron a su camada. Pero con las prisas, no se dieron cuenta de que se habían dejado a uno. “Sabíamos que cuando el perro abriera los ojos, mis padres ya no lo enterrarían”, contó Costa.

El can fue registrado en 1992 en el Servicio Médico Veterinario del Municipio de Leiria (Portugal). Era un mastín del Alentejo de pura raza, cuya esperanza de vida oscila entre los 12 y los 14 años, según Guinness. Ha batido todos los récords. Fue el sucesor de Spike, un chihuahua de 23 años reconocido como el perro más longevo con vida. También ha superado otra cifra histórica, la alcanzada por Bluey, un pastor australiano que nació en 1910 y vivió hasta los 29 años. De momento, no se ha comunicado la identidad del can que le puede relevar.

Bobi nunca estuvo atado. Becker reconoce haberle preguntado a Costa cuál era la receta para la excepcional supervivencia del perro. “Buena nutrición, contacto constante con la naturaleza, libertad para descubrir su entorno, atención veterinaria consistente y amor”, le respondió. “Entre una lata de comida animal o un trozo de carne, Bobi no duda y elige nuestra comida”, señalaba su dueño a Guinness.

El perro solo tuvo un problema de salud grave en 2018, cuando fue ingresado con dificultades respiratorias, pero los síntomas remitieron y volvió a encontrarse bien. Antes de su muerte, sí tenía limitaciones para caminar y su vista se había deteriorado.

En Portugal, esta raza es conocida como Rafeiro do Alentejo y se vinculaba originalmente a la aristocracia porque era el perro guardián de las personas más ricas. Son pastores de raza mixta. Su complexión es grande y fuerte. Por ello, se caracterizan por ser territoriales, fieles a sus amos y desconfiados con los extraños. Su temperamento es tranquilo y destacan por su buena relación con los niños, debido a su carácter protector con la manada. Además, no son perros propensos a padecer enfermedades. Bobi es el último de una larga generación de animales. Su madre vivió 18 años y otro perro que tuvo la familia no murió hasta cumplir los 22.

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