El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, ha planteado un plan ambicioso para cambiar el enfoque educativo y cultural del Instituto Smithsonian. A través de una orden ejecutiva, pretende eliminar lo que califica como «ideología inapropiada» en museos, centros de investigación y otras actividades que difundan narrativas no compatibles con los valores tradicionales de Estados Unidos. Esta propuesta forma parte de su intento por combatir lo que define como un esfuerzo «amplio y organizado» para distorsionar la historia del país.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto un ambicioso plan para modificar el enfoque educativo y cultural de la Institución Smithsonian. Mediante una orden ejecutiva, busca erradicar lo que considera como «ideología inapropiada» en los museos, centros de investigación y en general en las actividades que promueven narrativas que no se alinean con los valores tradicionales estadounidenses. Esta iniciativa es parte de su esfuerzo por contrarrestar lo que él denomina como un esfuerzo «concertado y generalizado» para distorsionar la historia de Estados Unidos.
El vicepresidente del Consejo de Regentes de la Institución Smithsonian, JD Vance, será responsable de supervisar la ejecución de este plan. Colaborará estrechamente con la Casa Blanca para garantizar que los fondos públicos no se empleen en la promoción de ideologías vistas como contrarias a los valores esenciales del país. Además, Vance tendrá la tarea de examinar las exposiciones y políticas de los museos para asegurar que presenten una perspectiva de la historia que no altere los principios fundacionales de Estados Unidos.
El vicepresidente de la Junta de Regentes de la Institución Smithsonian, JD Vance, será el encargado de supervisar la implementación de este plan. Él trabajará directamente con la Casa Blanca para asegurarse de que la financiación pública no se utilice para promover lo que se considera una ideología incompatible con los valores fundamentales del país. Vance tendrá también la responsabilidad de revisar las exhibiciones y las políticas de los museos para asegurarse de que reflejan una visión de la historia que no distorsione los principios fundacionales de Estados Unidos.
Respecto a las políticas de los museos, el plan de Trump pretende asegurar que estos espacios no fomenten agendas ideológicas que, en su opinión, causen división entre los estadounidenses. Esto abarca garantizar que el Museo Nacional de Historia de la Mujer celebre a las mujeres de manera apropiada, sin incorporar ideologías de género que él considera inapropiadas.
En cuanto a las políticas de los museos, el plan de Trump busca garantizar que los museos no promuevan agendas ideológicas que, según él, dividan a los estadounidenses. Esto incluye asegurar que el Museo Nacional de Historia de la Mujer celebre a las mujeres de manera adecuada sin caer en la inclusión de ideologías de género que él considera fuera de lugar.
A pesar de que el Smithsonian es la mayor institución cultural y educativa global, con 21 museos y el Zoológico Nacional, Trump ha señalado que es inadmisible que siga fomentando ideologías que, según él, no representan la auténtica historia de Estados Unidos. Este enfoque busca recuperar lo que considera una representación más precisa y objetiva de la historia estadounidense en el ámbito cultural.
Aunque el Smithsonian es la institución educativa y cultural más grande del mundo, con 21 museos y el Zoológico Nacional, Trump ha manifestado que no puede permitirse que continúe la tendencia de promover ideologías que no reflejan la verdadera historia de Estados Unidos. Este enfoque tiene como objetivo restaurar lo que él considera una representación más fiel y objetiva de la historia estadounidense en el ámbito cultural.
El impacto de estas decisiones podría ser significativo, ya que muchos de los museos bajo la dirección del Smithsonian se han convertido en importantes centros de discusión sobre temas de justicia social, raza y género, áreas que Trump y muchos de sus seguidores consideran demasiado politizadas. Sin embargo, esta iniciativa refleja una visión conservadora de la cultura, que se encuentra en franca oposición con los enfoques progresistas que han dominado muchos de estos espacios en las últimas décadas.