Un adolescente de 14 años ha sido detenido a primera hora de este jueves en Jerez de la Frontera, después de que haya herido con armas blancas a tres profesores y dos alumnos de su instituto, el Elena García Armada. Los tres profesores y uno de los estudiantes han precisado atención hospitalaria por heridas de diversa consideración. La docente herida de más gravedad, una profesora que apenas llevaba un año en esa plaza, ha tenido que ser operada. Todos han sido ya dados de alta. El menor permanece custodiado por la policía en la comisaría de Jerez, antes de pasar a disposición de la Fiscalía de Menores y de que se le efectúe un informe psiquiátrico forense para “saber si ha actuado con plena conciencia de sus actos”, según han confirmado fuentes policiales.
Los hechos han ocurrido apenas unos minutos después de la llegada de los menores al centro, en una entrada en la que, horas después, aún eran visibles las gotas de sangre de los heridos. El chico, alumno del instituto público desde hace años, cursaba tercero de la ESO. “Siempre llegaba puntual, pero hoy ha venido más tarde”, ha explicado una compañera de clase. En torno a las 8.20 el joven entró en su clase, abrió su mochila y sacó dos cuchillos de cocina, según ha detallado la misma alumna. “Entró superenfadado, fue hasta un compañero y le dijo ‘te voy a matar”, ha añadido la joven. Acto seguido, el presunto agresor cortó con las armas blancas la espalda a su compañero.
En el momento de los hechos, los alumnos acaban de iniciar la clase de Biología. Es la responsable de esta asignatura la que se interpuso en un primer momento entre la víctima y su agresor, y la que ha sufrido heridas de mayor consideración. La mujer recibió cortes en uno de sus ojos y ha tenido que ser operada en un hospital de la ciudad. “En principio, no tiene afectado el globo ocular, solo el párpado”, ha explicado la consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, que se ha desplazado hasta el instituto durante la mañana.
El chico también ha agredido a otros dos profesores, uno de ellos, el que intentó mediar para que soltase los cuchillos. La policía ahora está intentando reconstruir la sucesión de los hechos. Tras el primer ataque, testigos oculares cuentan que el joven abandonó su clase —la C, de las cuatro aulas con las que cuenta el curso— para acceder a la letra B. En esos momentos, la dirección del centro activó el protocolo de desalojo de las instalaciones de menores y profesores, que fueron trasladados hasta el patio del centro, hasta que horas después los menores abandonaron el instituto, acompañados por sus padres.
El supuesto agresor permaneció en el instituto hasta la llegada de los agentes, que lo inmovilizaron y lo trasladaron a la comisaría, donde está siendo explorado con la asistencia de sus padres y su abogado. Tras ese paso, está previsto que se le abra un expediente de menor infractor y que se le ponga a disposición de la Fiscalía de Menores y del juzgado que se está encargando de la investigación. Del Pozo ha destacado cómo “se ha actuado de forma inmediata”, tanto por parte del centro como de la policía, y ha defendido el funcionamiento del protocolo de actuación del centro.
El joven sospechoso tenía necesidades educativas especiales y contaba con un orientador específico, según confirma una fuente cercana al caso. La misma persona refiere que el chico tenía un buen rendimiento académico y que hasta ahora no habían detectado problema alguno de convivencia o de adaptación. De hecho, el adolescente llevaba con el mismo grupo de clase desde que empezó la Secundaria. Además, la inspección educativa no ha encontrado “ningún problema” desde Primaria. De ahí que la misma fuente pida “prudencia” para evitar asociar el origen del ataque, aún bajo investigación, a la situación especial del alumno.
El menor agresor era uno más de los 686 alumnos que tiene el IES Elena García Armada, un instituto nuevo, con apenas dos años de andadura desde su inauguración. “Es tranquilo y aplicado. No hablaba en clase y siempre estaba callado. Se solía quedar solo en el recreo y había compañeros que hacían bromas de él”, ha explicado una compañera de clase. Otros compañeros han relatado cómo en los días previos al ataque el chico había sufrido un incidente con otros alumnos. Con todo, tanto Patricia del Pozo como la directora del centro, Rosario Coca, han negado que el centro estuviese aplicando cualquier protocolo de acoso. “No había problemas de convivencia”, ha apuntado la consejera.
El presidente de la AMPA, Alejandro Castilla, ha confirmado que tampoco le constaba que existiese cualquier “problema de gravedad”. Pero sí ha considerado que “ha debido ocurrir algo en el centro que quizás no ha sabido gestionar”, según ha puntualizado el también padre de un alumno del centro. Como él, centenares de padres han acudido a las inmediaciones del instituto para recoger a sus hijos por una puerta lateral, mientras que en el interior la policía tomaba muestras, acompañada de los profesores. “Me he enterado de todo por mi hija, que me ha llamado al móvil, aún tengo el susto en el cuerpo”, ha explicado la madre de una menor, que es compañera de clase del joven detenido.
Este jueves, los padres han recibido una carta de la directora informándoles de que mañana el centro reabrirá a los alumos a partir de las 11.45 para que los niños y niñas reciban información y atención por parte de los profesores; y los profesores se incorporarán desde primera hora para recibir esas pautas de actuación que aplicarán a posteriori con los chicos.
En los últimos años, han sido varios los ataques con arma blanca sucedidos en centros escolares españoles. En 2015, un joven de Barcelona mató a un profesor e hirió a otras cuatro personas tras atacar el centro con una ballesta y un arma blanca. En 2017, otro menor sembró el pánico en un colegio de Alicante tras herir con un cuchillo a cinco alumnos. Y en 2019 otro chico hirió a su profesora en Valencia, también con un arma blanca. La Fiscalía General del Estado ya transmitió en su memoria de 2022, publicada este mismo mes, la preocupación “casi unánime” ante el “incremento y auge de todo tipo de conductas cada vez más violentas” cometidas por niños y adolescentes. De hecho, solicitó que se controle la venta de armas cortantes a los menores de edad.